Existen muchas formas de luchar contra la injusticia que sufren los animales en nuestra sociedad, todas ellas legítimas. La estrategia de QR269 está claramente definida, y se establece a partir de las ideas expuestas en los libros sobre activismo eficaz: “Hacia un futuro vegano” de Tobias Leenaert y “Cambio en el corazón” de Nick Cooney.
QR269 centra su estrategia comunicativa en técnicas de márquetin de guerrilla, de alto impacto y fácilmente viralizables. Promovemos llevar a cabo acciones publicitarias -con o sin permiso- aprovechando los espacios destinados al efecto. Asímismo, localizamos y estudiamos lugares estratégicos de alto impacto visual para diseñar y promover actuaciones sobre ellos.
La mayoría de acciones de activismos de calle (cubos de la verdad, mesas informativas, vigilias, etc.) sufren el hándicap de que su incidencia se limita a su público directo, y una mayor repercusión, depende directamente de la cobertura que quieran darles los medios de comunicación.
Por contra, la industria dedicada a la explotación animal dispone de un lobby con gran poder económico e influencia política, que dedica grandes esfuerzos y recursos en mantener y potenciar su sistema de explotación aberrante. Además, las administraciones públicas, obviando el sufrimiento de los animales, las repercusiones negativas sobre el medio ambiente y la salud, destinan grandes cantidades de dinero público a subvencionar y promocionar este modelo cruel e insostenible.
Para compensar esta diferencia de medios, se necesitan activistas comprometidos y dispuestos a obtener y utilizar, de forma inteligente y meditada, todos los recursos necesarios para llevar a cabo acciones de gran repercusión entre el público. El principal capital de QR269, es el compromiso que están dispuestos a asumir sus miembros, al anteponer la necesidad de dar voz a los animales explotados a cualquier otra consideración. Esto hace que incluso un pequeño grupo de personas, pueda llevar a cabo acciones muy eficaces con recursos limitados.
Las acciones de QR269 no son aleatorias, ni improvisadas. El compromiso del proyecto con la máxima eficacia, obliga a que cada acción, por pequeña que sea, se planifique como si de una campaña publicitaria se tratara: se establecen objetivos específicos, se estudian las necesidades tanto materiales, como de recursos humanos, y se valora y evalúa su impacto.
Por último, los parámetros estéticos sobre los que trabaja QR269 son aquellos que resultan más reconocidos y aceptados por la población general.